‘Esos
momentos de ‘stop’ en los que tú me hablas y yo me quedo mirando tu precioso
rubio pelo. A veces te enfadas porque piensas que no te estoy escuchando, pero,
si te contara porque no te escucho, igual ya no podría escucharte, pero esta vez
porque no hablarías.
No sé si eres gay, yo, lo soy, y deseo
que tú lo seas, pero si me lanzo hay dos finales: perderte como amigo o pasar
los mejores momentos de mi vida a tu lado.’
Estos fueron los últimos párrafos que
escribí en mi Diario, AMO desahogarme con él, y AMO a Samuel, el chico del que
hablaba. Bueno, ahora, preferiría presentarme a mi mismo: Me llamo Matías, si,
un nombre horrible, al menos para mí, a todos le encanta mi nombre, menos a mí,
mi nombre preferido es: Samuel, y siempre será ese. Llevo enamorado de Samuel
desde los doce años, ahora tengo dieciséis. Atrasemos un poco los años.
Cuando yo tenía la edad de siete años
me di cuenta de que no era un niño como todos, era diferente, GAY, y a los doce
me enamoré de Samuel. A los trece empecé a contarles a todas mis amigas CHICAS
que era gay, y se lo tomaron bastante bien. A los catorce decidí que era el
momento de salir del armario, y empecé contándoselo a mi hermana, ésta se lo
contó a mis padres y mis padres a toda la familia. ¿Qué como se lo tomaron mis
padres? Pues no como esperaba, acabaron aceptándolo, después de procesos como:
Negación, rabia, dolor… Pero, ahora, me quieren tal y como soy. La gente empezó
a saber poco a poco que era gay, y ya lo confirmaron con un chico que conocí el
año pasado que se llamaba Javier, ese era mi ‘CLAVO’ ¿Qué quiero decir con eso?
Intenté utilizarle para olvidar a Samuel, repito: intenté… Al cabo de dos meses
me di cuenta de que quería a Samuel. He perdido muchos amigos chicos después de
esa relación, menos a tres: Esteban, Samuel y Carlos. Pensé que cuando se
enterara mi niño (Samuel) iba a dejar de hablarme, porque le trato genial, y
pensé de que se iba a catar de que yo andaba por él.
Volvamos al presente… Hoy he quedado
con Samuel para contarle quien me gusta y de quién estoy enamorado, de él,
vamos a ver como se lo toma…
-Matías, suena el timbre, será Samuel.
Voy corriendo hacia la puerta después
de una larga preparación para estar guapo ante él y bajo. Me lleva al parque.
Tras una larga conversación, me dice:
-¿Y qué querías contarme?
Respiro profundo y me digo a mi mismo:
Puedes hacerlo.
-Pues, yo necesito preguntarte algo
para poder seguir viviendo, necesito que me des esperanzas o que me las quites
de golpe…-me muerdo inquietamente las uñas mientras le digo-¿Eñrñres gñary?
Se empieza a reír de mí, y yo me asusto
hasta que cuidadosamente me aparta las manos de mi boca y me dice:
-Repite anda…No te entendido NADA.
Me arranco los pellejos de las manos
sin nada en la boca para que esta vez se me oiga bien:
-Que si, ¿Eres gay?
Pone cara de asombro y me dice:
-¿Cuánto esperabas para hacerme esa
pregunta?
Sus preciosos labios rozan los míos
antes de un pequeño mordisquito en el labio inferior, cuando de pronto, me da
un beso lento y duradero, un beso que creía que era el principio de algo
bonito.
Se separa de mí y me dice:
-Pero, has tardado demasiado, me voy a
Inglaterra el mes que viene, no podemos estar juntos. No quiero volver a verte,
llevo tiempo enamorado de ti y…
Abro los ojos y lo primero que veo es a
Samuel diciéndome Buenos Días. Os preguntaréis que qué ha pasado. Samuel, si,
se fue, y yo con él, a estudiar a una asombrosa universidad que me ha costado
mucho conseguir, he hecho muchos exámenes para poder vivir mi vida entera junto
a él. Ahora deseo: Quiero abrir los ojos de este sueño y que la cita que tengo
hoy con Samuel sea igual que la que ha pasado en este sueño.
¿Qué piensas que pasará en la cita real
de Samuel y Matías? Eso SOLO ELLOS pueden saberlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario